domingo, 25 de octubre de 2009

El egoista del sufrimiento

-¿Cuanto tiempo dijiste que tardaria en entender?- Gire preocupado el cuerpo.
-No todo es tiempo. Y seguro que ni sabes como manejarte ahora mismo, estrechando tu pensamiento en alguna parte por imaginarlo inapropiado. La noche envuelta de lluvia iba de un lado para otro, pero siempre encima mio, mi vida. De eso se trataba. De trascender, pero aun no llega a aceptar la inexistecia del malvado ente que logra hacer vivir bien, y a mi mal.
-No cuentes asi tus secretos, debe perpetuarse literariamente.- Rodeo mi mano y no pude seguir haciendo morir a la lapicera.
-¿Que andas escribiendo?
-Es un pequeñito retrato de un hombre que no sabe como vivir, pero no por diluir eternamente una accion que encaje con lo que cree que es su deseo; sino porque ha sido empapado de una noticia que le habita los dedos.
-Un mensaje transcripto por noticias, alli lo tiene. Deberias cortarte el pelo.
-Imagina esto, una clase de sensacion encerrada entre lo que siempre se escribe, entre el espacio de una tinta, y el blanco silencio de una hoja.

Alli esperan, un chico y una chica, en una estacion de subte, saben hasta donde llegara su viaje, pero pretenden insertarle una solucion a cada segundo.
Ambos le adjudican al otro una completud, falsa pero resistente, erronea pero insistente, lo que podriamos decir, su propia identidad. Creen que el otro tiene una explicacion y responsabilidad del estado de soledad propio.
En la entrada de lo que es vivenciado como maravilloso, uno le dice al otro sus desgracias vitales. Horrendas cuestiones humanas que no son de este mundo,no pertenecen a esta cotidaneidad. Se trata de un encuentro que añora uno real, uno mas desnudo que responda a su realidad interna que jamas se comprende ni se materializa y plasman en formas consensuadas.

-Estas hablando mucho. Pense que esto que creaste recien era un dialogo.
-Escuchame, tenes que aceptar mi condicion. Vivo solo, soy un ser solitario. Invoco tu presencia de guia y salvacion, pero el reflejo de la ventana llena de gotas de lluvia, solo muestra un pobre chico en una pieza, dia tras dia la misma imagen le representa, habita y habla.
Cruzandose de brazos, y mirando para otro lado, por fin, le respondio:
-Tenes miedo de ser a traves de unas palabras. Siempre algo, y queres ser otra persona. Y debes cambiar tu identidad que se sostiene de ese objeto a incrustado en el deseo del Otro.
Observa la prision logica en la que has caido. Eres llevado por tu misma queja a una odiosa actitud pasiva.
¿Otra explicacion no tenes?

¿Porque no insertas tu entera problematica en el dialogo cotidiano?
Aunque claro que eso significaria romper la estela que indica que se vive bien, pero que vos mal. Sos un egoista del sufrimiento, date cuenta.

En ese encuentro en el subte, entre ese chico y esa chica, cada uno se queja de la soledad en que se baña.
Y se dan animos, cada uno intenta explicar en el otro lo que no puede hacer consigo mismo. Vaticinan que algun dia llegara alguien, y que conoceran alguien que les agrade, y que finalmente podran hablar y tocarse en las intimidades simbolicas.
Rodeese de esa imagen, de esa idea.
-Es curioso. Creo que ya noto la razon, al menos, la atraccion inserta en el oxigeno que respiran entre su espacio delimitado.

Añora la trascendencia que nunca llegara, en los momentos en que la mundana insuficiencia provocada por el mismo le confiere una privada estabilidad. Aguarda un suceso o sensacion, solucion, problema, lo que sea. La cuestion es que nunca llegara,espera algo que nunca va a suceder efectivamente, en el mismo momento que su deseo lo ha creado, lo ha destruido de toda posibilidad concreta de acceso.
Se dicen uno al otro que deben seguir buscando, eso es todo.
Una mariposa podria pasar aleteando entre la escena, y dejaria la pregunta que ahora querria ilustrar. La duda que curioso corroe toda vitalidad.

¿Porque no se juntan ambos? ¿Y dejan de esperar lo inesperable, y de postergar lo impostergable?
¿Cuando vas a ser?¿Cuando vas a entender que es tan solo esto, lo que siempre queres ser?
Tanto trabajo de lectura solo pudo lograr que me devuelva lo mismo que yo deseo de ellas, que se alejen de mi, que me nieguen y rechazen.

-Tome su lugar, señor. Dese cuenta de la inmundicia de su deseo en el que vive.
Llego el tren. Ella se despego de mi, si acaso alguna vez estuvimos cerca. Subio, y nunca jamas la volvi a ver.
Tal vez el mio estaba del otro lado, el que iba hacia la otra direccion. Pero ninguna metafora que enlace la cotidiana vida podra representarme. Malditos dualismos. Maldito egoista del sufrimiento.

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