lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Tanto desorden por un beso?

Hoy me siento diferente. Creo que es posible dejar caer ese adjetivo aun entre la monotonia literaria que no sabe escribir sinonimos si quiere decir algo diferente con la eterna repeticion que no cesa de escribirse. ¿Que tendria algo de novedoso, entonces?
Creo que finalmente alcance eso que prometian como felicidad. Finalmente va a suceder lo que desee estos meses desde hace ya tanto tiempo.
Por fin me invito a su departamento, por lo que realmente va a suceder.
Claro que tengo planeado disimular lo suficiente como para que crea que mi deseo no la esta mirando.

Nunca quieren si se enteren de lo que desea uno. Bueno, tal vez nunca terminan queriendo porque nunca puedo decirles, dado el temor que entumece, pero mejor no pensar eso.
Si, soy yo, el chico solitario que no habla ni tiene amigos, y que quiere su cuota de perversion sexual como todos.

Ahora estoy llegando a su casa. Son tan emocionantes estas peleas entre sexos.
Ella es mi gran ilusion. Cuando me entere que tenia novio, intente que no me afecte, al mismo tiempo que prosegui mi accionar en base a mi deseo. Iluso era no confrontar con su novio. Encima debia mostrar buenos modales cuando por dentro quisiera que jamas haya existido.
Las dualidades perfectas se instalaron. Pues bien; el deseo solo me sirve para mostrar todo lo mal que esta mi vida. Para devastarme y elevar en su lugar los fundamentos pateticos. No como otra cosa en mis relaciones sociales. Porque creo que jamas mi deseo sera correspondido. Pero, justamente, eso podria finalmente cambiar.

Toco el timbre. La calle es mucho mas angosta de lo que me esperaba. Abre la puerta unos segundos despues.
La saludo con la felicidad habitual. Subimos entre comentarios introductorios.
Nos sentamos ahi entre la mesa, dice que va a hacer mate.
Ya sabe que no me gusta, pero bueno.
Vea, yo no soy alguien que explicite el deseo, ya lo saben ustedes, pero dilatar y demorar lo que se piensa es un proceso finito.

Siempre el foco de conflicto fue su novio. Todo tuvo que ver su novio. De no haber tenido ella novio, finalmente hubieran pasado cosas sexuales. Y no solo sexuales, sino tambien de intimidad.
Pero ella se refugio en su novio. No quiso saber mas nada de mi. Ella aspiro toda la verdad posible, y no dejo nada para jugar. Yo tenia todas las intenciones en ser su amigo, pero ella jamas me dio lugar; no dejo que la llame, ni que vaya a su casa, ni que salieramos. Nada de nada. Todo sea por defender su relacion.

¿Pero cuando yo fui seleccionado y significado como un ataque a su relacion? Desde que me ilusione con ella, tal vez. Mi deseo es de intimidad, pero no de la clase de camaraderia que baila entre las sabanas.
Desde que desee su cuerpo, tal vez. Pero no es argumento suficiente mi terrible sed sexual. Si no lo es como entrada a una fiesta; no lo es para temer si un tercero quiere sumarse a la reunion.
No se si me entiende cual es el conflicto aqui, pero seguire contando lo que paso.
Supuestamente me invito a su casa para estudiar. Yo sabia que habia algo mas.

Efectivamente mientras sacaba mi apunte y veia el titulo; ella regresa con su mate, da un rodeo a la mesa, y se sienta. La miro. Que linda que es. Su cuerpo se mueve en forma de deseo. No es que dislumbre con su cuerpo, pero despide un brillo y una tension muy exquisita. Igual que su piel blanca. Divinos momentos en que logro por accidente rozarla y sentir esa delicadeza que la recubre. Bueno, esta bien, lo admito. Odio a su novio. Pero si esto se sabe, ella sospecharia que la deseo. Y esto no puede saberse. Asi que debo y deberia fingir que el conflicto en mi relacion inexistente con su novio, es inexistente. Es una basura todo esto donde va a lograr paralizarme, incautarme. El fuego de la intimidad termina subvirtiendo todo lo que inhala.

-Tengo un problema-. Finalmente me dice
Preste atencion, y deje que hable.
-Ando teniendo problemas con mi novio.
Lo suponia, pero segui serio.
-¿Que problemas?
-Bueno, paso que, estuve con otro chico.
-¿Con quien?- Rapidamente respondi
-Uno que no conoces; Alberto se llama. Vive arriba, tiene un gato que se llama Pedro.
-Pedro se llama-. Dije mientras la luz del semaforo que se dibujaba por el balcon cambiaba de verde a rojo rapidamente.
-¿Pero que paso? Supuestamente no quisiste saber nada con la idea de que nosotros hagamos cosas juntos, por protejer tu relacion con tu novio. Y ahora visitas a los vecinos.
No tiene sentido.

-Escuchame una cosa, si vos tenes problemas de soledad, no son los mios. Nadie quiere tus adhesivos psiquicos, querido.
Si vos te ilusionaste, es completamente tu responsabilidad. Vos sabias que tenia novio. Si encima de eso te quisiste hacer el boludo, es doblemente tu problema. Y doble en el doble sentido.

Quede mirando por donde las figuras y sombras dadas por la rotacion de estrellas dejaban escapar a las imperantes letras que gobiernan la existencia.
-Pense que sentirse mal era razon suficiente. Pense que la ilusion era eyeccion existencial suficiente.
-¿Viste que razon rima con corazon?
-Y bueno, no se. Las creaciones artisticas demandan papel, tinta y sangre. No se que te pensaste. Que debia yo por alguna cuestion afligirme por tu soledad, asi como vos lo hiciste con la mia.
Me gustaria tirarme a una pileta de deseo.
-¿Cuanto salia?
-Dos pesos, esta cara la revisacion.
-¿Te conte la vez que tuve que revisarme con un medico ahi en el vestuario?
-No, no me contaste.

-Bueno, aparentemente cuidan mucho ahi de que no se ensucie el agua. Nos cuidamos muchisimo antes de entrar a la pileta.
-Hablando de nadar, sabes lo que me paso; ya se que fue, hundi el bote. Demasiado peso, demasiadas expectativas. Vea, uno cuando siente algo, lo vive, lo hace sangrar; ¿pero como saber hasta donde seguir?
-Absurda pregunta, es como preguntarte hasta donde vivir.
-O hasta donde quedarse.
-O hasta donde besar.
-Y por donde naufragar.
El bordeado se mareo como si exactamente hubieramos sentido lo mismo.
Quede sentado para que me lata mas rapido el corazon. Ultimamente ya nadie muere por una literatura, ¿no?
Cai sobre su cara y por fin, por fin, le di un beso.
Era tan hermosa. Creo que podia escuchar como transpiraba.
Segundos celestiales luego, volviamos a encontrarnos viendonos entre los ojos.
-¿Tanto quilombo por un beso?