sábado, 30 de enero de 2010

La posibilidad de decir eso

Sienta como las hojas se incineran por su llegada. Escuche como el viento las prepara para encauzarse de posibilidad. Ha llegado la noche, y no dejan las señoritas de escribir cientos de ideas importantes. Se les suben por las baldosas; y son recubiertas por temperas de sonrisas por donde el espacio vomita vacios. Y ella ya no sabe de que lado colocarse, o de que hombro prometedor colgarse. Vapulea satisfaccion por donde una confirmacion de su compañero le provea la cancelacion de su recondita sospecha. Prolifera desencanto hacia la historia inmensa que despliega sus acciones, pero no logra llegar mas alto que ellos. Enciende su cigarrillo por el humo desprolijo de quien bebe a su derecha, pero no cesa de redactar precisamente las condiciones de esclavitud de su espiritu. Ave artificial destinada a provocar tristeza por la suposicion de que su localizacion acecha a los prohibidos misterios.

Dado que este hecho no puede totalmente ser explicado, de su eterno desborde depende luego la retribucion. Y procurando que la opinion no pueda luego contribuir hacia el profundo escondite que logra controlar el paso de la palabra a la sensacion, y de la sensacion a la palabra; es que la estetica de una forma le seduce el ombligo inventado. Y observandolo desde este angulo, tampoco se comprende como la posicion obstinada de una columna corvada, sobre el escritorio mal iluminado, pueda seguir repitiendo una y otra vez diferencias ofuscadas.

Erroneamente antes se creia que el autor escondia entre sus bolsillos alguna clase de explicacion que vendria a significar una verdadera disquisición. Pero luego todo lo vivido volvia a convertirse en una forma sencilla; mas alla de que anteriormente haya necesitado vestirse de dificultad. De esta clarividencia es que han estremecido violentamente los cánones de la posibilidad hasta anular a las reflexiones que duermen entre los cabellos de la sinceridad. Realiza luego una mirada que desencaja a su pareja. Ella le contesta que nada podria sorprender a sus perversiones, por lo que podria dejar de pensar que el morbo se le atribuye exclusivamente a él. Antes se habia preguntado por el caracter de lo insoportable; y llego a la facil conclusion de que lo insoportable era tolerarlo, pero al ser la satisfaccion eternamente difractada sobre lo ajeno y lo impropio, no puede de una hoja seducir a los lectores.
-¿Pero sabe cual es el centro de todo esto?-Se quedo callado unos momentos.Su dedo y un bello papel no concordaban posiciones sobre la mesa.
-Que nunca he colocado a la profundidad donde debia.

La posibilidad de decir eso fue solamente una consecuencia de haber transpuesto a la autoridad por sobre el reino de las palabras. Y las lagrimas por la imposibilidad ahora talla maquetas para intentar saber y conocer a las sensaciones que motivaron el armado de los libros. Como de esta sucesion funcional la solucion no se provee; ahora decidieron colocar un codigo de barras a cada uno de ellos. ¿Pero saber que, entonces? El precio, seguramente. Tan solo la maquina podra entender esas lineas; pero el resto sera incomprensible. Cada uno de ellos tendra en si una originalidad la cual le cohibe el aburrimiento, pero no intente leerlos encontrandose usted en este estado de inherte sufrimiento, pues no entendera absolutamente nada.

Vea entonces que tan poderosa es la conclusion que arremete en su signatura, sobre ella y entre sus dedos, pues es eso que siempre debiera ser. Por un lado lo que usted es, de ser alguien; y por el otro aquello que deberia ser. No solamente como figura colgada en un corcho; sino como final de cada una de sus oraciones omnipotentes.De este señuelo a usted lo mantienen prisionero. Como de las victorias y retribuciones satisfaccion le escurre al alma; cree que el sosten debe ser como usted dice. Son prisiones logicas la que mueven sus argumentos y colocan sus justificaciones. Cuando las retribuciones se anulan y se pierde la afectividad en todos sus posibles sentidos; se crea un extraño campo de acciones y posibilidades en donde la mesa de trabajo en la que se explaya adquiere una provencion de utensillos que de la satisfaccion ya no dependen.

Sin embargo, es una dualidad que sigue cobrando sentido en sus venas en cada momento de sus producciones. Se aburre, y no sabe que hacer. Sufriendo y disfrutando se dispersan las opciones alisando las emociones que deberian en cada uno de estas sensaciones desembocar sus apuestas diarias. Sin embargo, no sabe como vivir, y ni lo intenta.Y se mantienen asi jugando a conectar cables, con la central electrica totalmente abandonada. Se ahogan para acercarse los labios y naufragar entre sus fragancias. En el escritorio ha quedado su fantasma calcado nuevamente; olvidado ya no para este momento. La posibilidad y la imposibilidad que tensan su conciencia se han retribuido los asideros, y se han marchado a descansar nuevamente hacia los rincones. Tal vez sea la hora de taparles la boca. Ha llegado la noche, y no dejan de escribir cientos de ideas importantes.

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